CUANDO LA PLACITA ERA ATOCHA

Con el ánimo de “re-unir” a nuestro querido equipo, la próxima semana se estrenará una nueva sección fotográfica en nuestro blog, con el objetivo de despertar sensaciones olvidadas y con la esperanza de que volvamos a nuestros humildes principios balompédicos, como cuando el fútbol era nuestra más apreciada, y quizás única, ilusión.

Anímense a enviarme fotos antiguas de sus dilatadas carreras futbolísticas. Si pueden darme los nombres de la gente en las fotos, mejor. Si no tienen para escanear fotos antiguas, prometo tratar cualquier foto que se me preste con el máximo cariño y cuidado. Sería buenísimo, por ejemplo, poder disfrutar de alguna certificación fotográfica de Teto con Julio Suárez, para ver si es verdad que realmente jugaron juntos.

Así que la sección será una galería de fotos de nuestras carreras de futbolistas. Seguro se acuerdan de esa época maravillosa cuando cada uno de nosotros éramos los mejores del barrio, del colegio o del equipo. Cuando éramos verdaderas estrellas. Cuando todos nos conocían a nosotros, pero nosotros no conocíamos a todos. Cuando no pegábamos ojo la noche anterior a un partido. Cuando no oíamos a la profe, por estar pensando en el entrenamiento después del cole. Cuando nos regalaban un juguete pero siempre cogíamos el balón. Cuando echábamos partidos de veinte pa’ veinte y regateábamos a todos. Cuando jugábamos durante horas y horas y horas y horas. Cuando fingíamos no escuchar a nuestras madres llamándonos para que fuéramos a comer. Cuando gastábamos un par de zapatos cada mes. Cuando éramos comentaristas de fútbol y mientras caminábamos al cole, relatábamos jugadas increíbles, acabadas en golazos. Cuando siempre marcábamos el gol de la victoria. Cuando nos dolía la barriga por jugar tanto sin comer. Cuando comíamos en cinco segundos para poder seguir jugando. Cuando de verdad oíamos a la afición en nuestras cabezas después de marcar un gol. Cuando teníamos mariposas en la barriga antes de jugar. Cuando cada uno de nuestros partidos era una final. Cuando siempre íbamos vestidos con el equipaje de un equipo cualquiera. Cuando sólo podían jugar tres extranjeros. Cuando sólo se podía hacer un cambio. Cuando el portero no podía correr con el balón en las manos ¿Se acuerdan?

Seguro que se acuerdan cuando iban a la placita, se repartían en dos equipos, y de repente… LA PLACITA ERA ATOCHA!

Saludos, Justin.